El día jueves 11 de agosto en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la UBA, se llevó a cabo el acto en apoyo al Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni.
A propuesta de la Asociación Americana de Juristas - Rama Argentina – el mismo fue diseñado y organizado con la Asociación de Abogados de Buenos Aires, entidades que lo convocaron junto a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, la Asociación de Abogados Laboralistas, la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal y el Observatorio de la Justicia Argentina.
La capacidad del Salón de Actos fue superada por la gran cantidad de docentes universitarios, investigadores, intelectuales, alumnos, dirigentes de organismos de derechos humanos y sociales e instituciones, jueces, legisladores y funcionarios, la enorme mayoría personas reconocidas por su valiosa trayectoria.
Abrieron el acto el Rector de la Universidad, quien expresó la decisión de la UBA de apoyar a Dr. Zaffaroni y la Decana de la Facultad de Derecho quien anunció que el Dr. Zaffaroni había sido designado en esta oportunidad para dictar la Clase Magistral con el cual se iniciaba el segundo semestre. Seguidamente hablaron los representantes de las entidades convocantes, cerrando el acto el Dr. Raúl Zaffaroni quien despertó prolongadas ovaciones mientras dictaba su clase magistral sobre Criminología Mediática, que quedará registrada en la historia de la Universidad como una pieza didáctica de inigualable valor.
El desarrollo del acto se puede seguir en http://www.youtube.com/user/AsociaciondeAbogados.
Seguidamente transcribimos la alocución del Dr. Ernesto J. Moreau, Presidente de
Sra. Decana, Sr. Rector, Maestro Zaffaroni,
exponentes del más elevado pensamiento científico, luchadores y luchadoras contra dictaduras, jóvenes militantes en profundizar la democracia social y participativa, reunidos acá, en la Universidad Nacional, Pública y Gratuita, 93 años Autónoma. Muchas gracias, por abrir las puertas de la Facultad de cara a la sociedad, por compartir este importante momento muchas gracias Dra. Mónica Pinto.
Es que escogimos reunirnos aquí, en nuestra Facultad, en la de Raúl Zaffaroni, porque de ella venimos, porque simboliza a nuestra madre, a la madre de nuestra racionalidad jurídico- social, porque es nuestro espacio de debate enriquecedor y el espacio de nacimiento de ideas.
Y si aquí nos convocamos, es para hacernos cargo de la difamación que a todos nos afecta y nos incumbe.
Conocemos a la máquina del poder, tiene reconocida capacidad de medios para tabicar realidades, para generar falsedades, como las diseñadas en el Manual de Operaciones Psicológicas de Lanusse para destruir al enemigo trucando la realidad, como los falsos positivos uribistas; los técnicos de está maquinaria son expertos en rotular, en crear imágenes emanadas de consignas, luego distribuidas por la mano mediática del poder real… Metodología calcada de los franceses diría quizás Zaffaroni; el orden social de Napoleón III hoy encuentra renovadas tácticas….Como el “ciegamente” del nacismo que compelía a automatizarse, a inhibir la reflexión; reflexión que perturbaba, reflexión que hoy perturba.
Los títulos de estos comunicadores no requieren verbos, se acompañan de imágenes hermetizadas del contexto… Debajo del título, sólo más calificativos.
Goethe dice en El Fausto,
"cuando faltan las ideas, acude justo a tiempo una palabra".
No nos hemos reunido, hoy, para evadir cuestiones; todo lo contrario, deseamos, estamos ansiosos en provocar el debate al que escapan los difamadores:
¿Esta palabra que hoy circula, éste rótulo impuesto, describe –tan siquiera- una ilicitud? No. No se trata de eso, si algo describe no es un acto prohibido por la ley.
Nosotros lo sabemos porque estamos entrenados en correr velos. Por supuesto que el pueblo en su conjunto tiene la sabiduría para haber tomado conciencia, ya, que él ha sido el objeto del perjurio.
¿Pero, entonces, es que este hecho novelado pertenece a la vida pública del magistrado? Tampoco, la publicidad fue un producto de la difamación.
Como en nuestras dictaduras, como en Colombia santos-uribista, una difamación tan grotesca y su divulgación, no es mérito de un grupo de locos, detrás de ella se encuentran, siempre, los mismos beneficiarios, los mismos prebendarios, aquellos cuyo poder ilimitado sólo es cuestionado por jueces independientes, aquellos, aquellos que no difamaron ni a la Corte usurpadora del poder durante la dictadura, ni a la mayoría automática de la década del 90, solidaria con el desguace del estado!
Lo que nos informa la vida pública de Raúl Zaffaroni, juez, sólo! es la excelencia de su obra académica, literaria, su contribución a la conciencia social, a la evolución del derecho, al debate de ideas, atributos que exceden holgadamente la estrechez a un reduccionismo jurídico al que se encuentran acostumbrados quienes lo atacan.
Tenemos la satisfacción de poder gozar de la sabiduría y ejemplo del Maestro en su plenitud, que ya ha enriquecido a más de una generación de juristas y pensadores. Aprovechemos esta generosa oportunidad que nos da la vida.
Por último, si debiéramos hablar de función institucional, bien que la conocemos!!:
Libertad, una gran libertad y definida sabiduría, expresadas en sus fallos. Fallos que nos demuestran independencia del poder económico y de su representación política.
Es que el ataque al Juez es, esencialmente, un ataque que intenta cautivar a la Corte en su conjunto; debemos tenerlo claro, Raúl Zaffaroni no es el único objetivo. Les resultará difícil pues contamos, probablemente, con la Corte más calificada de nuestra historia.
Muchas gracias Raúl Zaffaroni por haber manifestado una voluntad inquebrantable de continuar en la magistratura, muchas gracias sobre todo, porque esta decisión fortifica el rol institucional de nuestra Corte Suprema!
(También pueden ver el video en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=FyJIGxBRbic&feature=email)
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