lunes, 29 de julio de 2013

DECLARACIÓN DE RECHAZO A LA DENUNCIA PENAL REALIZADA CONTRA EL SECRETARIO DE DERECHOS HUMANOS DE LA NACIÓN, MARTÍN FRESNEDA


La Asociación Argentina de Juristas - Rama Nacional de la Asociación Americana de Juristas, organización continental no gubernamental, con estatuto consultivo en la ONU, - entre cuyos objetivos se encuentran la lucha por la autodeterminación de los pueblos,  la promoción de los derechos humanos y su efectiva vigencia, y la defensa del estado democrático y social de derecho, manifiesta su rechazo a la denuncia penal contra el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Dr. Martín Fresneda, acusado de haber ocultado a la Presidenta de la Nación, información que involucraría al General César Milani con causas por violaciones a los derechos humanos. En base a ello se le imputa haber incurrido en un claro incumplimiento a sus deberes como funcionario público, incurriendo en el delito previsto en el artículo 248 del Código Penal de la Nación.
Los denunciantes no pueden ignorar que el General Milani tuvo tres ascensos sin impugnaciones, antes de la gestión del Dr. Fresneda, iniciada hace poco más de un año, quien a su condición de víctima[1] une su denodada militancia en la lucha por la memoria verdad y justicia, como ciudadano, abogado y dirigente de la organización HIJOS, integrante de la Red Nacional de Abogados de Derechos Humanos y querellante en causas de Lesa Humanidad. Tales antecedentes debilitan cualquier intencionalidad de encubrir a un posible partícipe del terrorismo de Estado.
A la luz de lo expuesto, entendemos que la denuncia penal constituye una despreciable maniobra electoralista, tanto porque quienes hoy denuncian a Fresneda jamás lo hicieron contra Milani, como porque hasta el momento, ningún juez tiene en trámite causa contra Milani. En todo caso, y en razón de la complejidad de la reconstrucción de los hechos ocurridos durante ese oscuro período, ante la posibilidad de un error o una falla del sistema informático, si el ánimo es la búsqueda de la verdad, pudiera dar lugar a un pedido de explicaciones dentro del marco institucional.
Oportuno es recordar, que Raúl Guglimineti un conocido represor y criminal, con múltiples denuncias, que formó parte del batallón 601 de inteligencia que tuvo a su cargo la comisión de los delitos más aberrantes ocurridos durante la última dictadura, integró durante la presidencia del Doctor Alfonsín el servicio de Inteligencia del Estado, en el denominado “Grupo Alem”-oficina de inteligencia paralela-, e incluso formó parte de la custodia presidencial.[2] Por ese entonces y mientras se diseñaba el tristemente recordado recurso de la “obediencia debida”, el Ministro de Defensa Jaunarena planteaba que las Fuerzas Armadas –que no habían sufrido ningún cambio desde la dictadura-  constituían el principal resguardo de la democracia. Nadie imputó al entonces Presidente, ni a los funcionarios y senadores responsables de esa designación; ni de la confirmación, e incluso el ascenso, de jueces federales como el salteño Lona, imputado de complicidad en la masacre de Palomitas, quien, en Febrero del 2004, pudo evitar su destitución por el Jurado de Enjuiciamiento gracias al voto decisivo de un senador de la misma fuerza política de los denunciantes. Tampoco se pidió el procesamiento de los autores de las leyes de impunidad de los crímenes del terrorismo de estado (punto final y obediencia debida) ni de los indultos dictados por el ex presidente Menem. Por razones de mínima coherencia correspondería, bajo esa óptica, analizar si en esos casos existió la comisión del delito imprescriptible de encubrimiento de crímenes de lesa humanidad.
No obstante lo expresado, entendemos que el Gral. César Milani deberá ser investigado sin demora. Por ello encontramos prudente la suspensión del tratamiento, hasta tanto se diluciden los hechos y pueda determinarse con claridad el mérito de la denuncia, garantizando el principio de inocencia, tal como se viene realizando en el marco de los juicios por los delitos de lesa humanidad, y como corresponde al Estado de Derecho.
Denuncias con tan alto grado de hipocresía realizadas por avezados políticos no pueden tener otro objetivo que paralizar la búsqueda denodada de la verdad histórica, el Juicio y Castigo a los genocidas, la restitución de la identidad a los niños apropiados, la reparación a las víctimas, el fortalecimiento de la memoria social y la construcción de una sociedad más justa que garantice a las futuras generaciones la plena vigencia de los Derechos Humanos y las garantías Constitucionales, en el marco de un estado democrático y social de derecho.

                Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 26 de Julio de 2013.


Beinusz Szmukler    
Presidente del Consejo Consultivo Continental
                  
                           Ernesto Moreau                               
Presidente  AAJ Argentina

                                 Carlos M. Vilas                              
Vice-presidente AAJ Argentina

Claudia V. Rocca
Secretaria General AAJ  Argentina






[1] su madre embarazada y su padre fueron detenidos-desaparecidos en la “Noche de las Corbatas”, y su tío abuelo, cuyo cuerpo apareciera hace pocos días en el enterratorio clandestino de Pozo de Vargas, fue desaparecido por Muza Azar el 13 de marzo de 1976
[2] Raúl Guglielminetti, alias "Mayor Guastavino", fue un agente de inteligencia argentino perteneciente al batallón 601, relacionado con múltiples actividades criminales clandestinas: Durante la dictadura (1976-1983) perteneció al Grupo de Tareas que tenía su base en el centro clandestino de detención conocido como Automotores Orletti, relacionado con operaciones del Plan Cóndor, y bajo el mando de Aníbal Gordon. Recuperada la democracia en la Argentina, llegó a formar parte de la Custodia Presidencial del por entonces flamante presidente Raul Alfonsín, hecho este que salió a la luz de la opinión pública y fue documentado gráficamente, hasta que el gobierno Radical lo separó de tal función. A partir de 1978 condujo el Grupo de Tareas Exterior (GTE) que organizó la colaboración del régimen militar argentino con la guerra sucia en Centroamérica, conocida como Operación Charlie. Fue integrante de la denominada "Banda de Aníbal Gordon", relacionada con el secuestro y posterior asesinato del empresario y banquero Osvaldo Sivak en 1985 y vinculado al tráfico de armas y de drogas. Guglielminetti se había fugado de la justicia en la década del '90. El 9 de agosto de 2006 fue detenido para ser procesado por delitos de lesa humanidad  y condenado a 20 años de prisión el 30 de marzo de 2011 por sentencia que no se encuentra firme.

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